
La poda es un tema que siempre ha conllevado debates y diferencias de opinión. Quizás se ha exagerado la importancia relativa dentro de las diferentes técnicas de cultivo en fruticultura. Porque la poda no deja de ser una operación más de todas las que piden los cultivos frutícolas, no pudiéndose abordar como una tarea aislada. Si tenemos el frutal bien formado y hacemos correctamente el resto de operaciones (fertilización, tratamientos, trabajo del suelo o riego), esta operación se hace más sencilla y menos agresiva. Por lo tanto, las podas severas no dejan de ser actuaciones que ponen de manifiesto que hay algo que no se ha hecho bien con anterioridad.
Podar un frutal no tiene una receta a seguir. Lo que sí es básico es saber qué estamos podando. Y cuando lo decimos, no estamos hablando solamente de qué especie y variedad. Hablamos de saber lo que ha hecho en los últimos años, en qué fase de su vida se encuentra, qué formación tiene, cuál es su tendencia de crecimiento natural, observar su vigor y estado sanitario y saber qué buscamos con la poda.
Hay infinidad de técnicas de poda. Lo que aquí pretendemos, de momento, es establecer unos criterios básicos a seguir, que nos permitirán en el futuro adaptarlos a cada especie. Continuar leyendo “La poda de frutales”