Algunos hongos pueden hacer estragos a nuestros cultivos. Disponemos de herramientas para controlarlos, pero… ¿sabemos cómo funcionan y cómo se utilizan? Hoy hablaremos de los tratamientos con cobre para agricultura ecológica, tanto con base cobre, como tratados con dicho metal pesado.
Los compuestos cúpricos tienen actividad como fungicidas y como bactericidas. Pero hay que decir que su actividad como fungicida no es curativa, sino preventiva: evita la propagación del hongo y las nuevas infecciones.
De hecho, actúan atacando las esporas de hongos como el mildiu, la antracnosis o la alternaria. Pero principalmente se usan para prever ataques de mildiu. Interfieren en muchos procesos celulares de las esporas de los hongos, haciéndolas inviables. La diversidad de interferencias en las funciones celulares hace que se considere un principio activo poco susceptible de generar resistencias. A pesar de todo, y como siempre, hay que minimizar su uso a lo estrictamente necesario. No hay que olvidar que el cobre es un metal pesado, de modo que, cuando se encuentran alternativas con la misma eficacia, la intención desde los estamentos europeos regulatorios es la de ir limitando cada vez más su uso en agricultura ecológica.
La normativa actual de producción ecológica limita el uso de tratamientos con cobre metal a un máximo de 6 Kg por hectárea y año. Se considera bastante respetuoso con la fauna auxiliar, pero hay que ir con cuidado con las aplicaciones cerca de cursos de agua, puesto que puede ser tóxico para la fauna acuícola.
FORMULACIONES Y SU USO
En el mercado principalmente encontraremos óxidos y sales:
Óxidos
Aquí encontraremos los óxidos e hidróxidos. Tienen una solubilidad alta y un potencial de ionización alto. Una solubilidad alta quiere decir que el cobre actuará de forma rápida (por el contrario, poco persistente en el tiempo), y un potencial de ionización alto implica que la cesión de iones cocer será alta y por lo tanto, posee un mayor poder de actuación.
Sales
Aquí encontramos, principalmente, sulfatos y oxicloruros.
Sulfatos
Básicamente hablamos del sulfato cuprocálcico, más conocido como caldo bordelés. Su concentración en cobre es menor que en los otros formulados. La solubilidad se considera mediana (no tan alta como los óxidos, pero mayor que los oxicloruros) y el potencial de ionización es también mediano.
Es más económico que el resto, pero las concentraciones también tienen que ser más altas que con el resto de formulaciones. En este sentido, lo recomendamos especialmente para aplicaciones fuera de la época de máximo rendimiento de los cultivos, y sobre todo, en tratamientos entre cosecha y floración en frutales de hoja caduca. En nuestra tienda podéis encontrar el caldo bordelés en formato 1Kg.
Oxicloruros
Es la formulación más utilizada. La solubilidad se considera baja y, por lo tanto, el efecto protector de la aplicación es más largo. Asimismo, el potencial de ionización es alto, cosa que significa que la disponibilidad de ión cobre es alta.
En este caso, recomendamos su uso para el control de hongos y bacteriosis durante todo el periodo del cultivo. En nuestra tienda podéis encontrar BELTASUR 500 (oxicloruro de cobre 50% p/p) en forma de polvo mojable (WP) en formato de 40gr, que incorpora una cucharilla dosificadora, y en formato 1Kg, para explotaciones grandes
A la vez, y en la misma concentración, tenéis sobres de fungicida biológico para 750ml de preparado, de la casa BATLLE. Este formato es ideal para huertos pequeños o para huertos urbanos.